Uno de los problemas más comunes con la forma de pene es su excesiva curvatura, o lo que llamamos comúnmente pene doblado, torcido, curvo, etc. Esto no siempre obedece a un defecto, puede ser simplemente su forma.
El pene puede curvarse desde el nacimiento por una malformación congénita (que se produce en la embarazo) en la que se presenta una diferencia de tamaño entre los 2 cuerpos cavernosos (cuerpos donde se produce la erección) o bien por enfermedades que afectan a la cubierta de los mismos (túnica albugínea), además, en condiciones de origen desconocido como la Enfermedad de Peyronie.
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Es importante diferenciar la curvatura congénita del pene de las curvaturas adquiridas (Enfermedad de Peyronie, curvatura traumática del pene), pues la intervención o tratamiento que se debe realizar, es muy diferente en cada una de ellas.
La enfermedad de Peyronie es un trastorno del tejido conectivo que afecta la túnica albugínea del pene. Se presenta como unas induraciones o placas que pueden ser dolorosas en las fases tempranas de su evolución, sobretodo con la erección, provocando con la misma una curvatura del miembro, que dependiendo de la gravedad puede afectar la actividad sexual. En ciertas ocasiones, puede provocar también, la perdida de la erección.